miércoles, 7 de mayo de 2014

Qué hacer cuando todo te sale mal


En algún momento has tenido aquellos días de terror, donde cada una de las cosas que haces te salen mal, y sientes que la salida más fácil es renunciar  a tus metas y objetivos para no seguir fracasando; pero realmente es lo último que debes hacer, lo mejor sería que te enfocaras en hacer cosas que cambien tu estado de animo y que cambien tu actitud para recibir mejores energías y lograr salir bien librada de estas malas situaciones. Ahora te traemos algunos puntos clave para que apliques a la hora de tener una mala racha.

El pensamiento positivo y su afirmación verbal es una excelente herramienta para enfrentar cualquier situación, piensa que las cosas van a salir bien, antes y durante cualquier reto, y no sólo en malos momentos sino en cada situación de tu vida diaria. Disfruta de las cosas buenas que pasan, dale el valor suficiente a las bendiciones que recibes a diario, tu salud, tu familia, tu empleo y tu trabajo.

Si por el contrario tienes un pensamiento constantemente negativo, tu comportamiento por lógica te traerá consecuencias negativas, con esto no sólo saboteas tu vida sino tu salud, ya que pueden venir problemas de tensión en el cuerpo y estrés.

Rodéate de personas positivas
Al igual que el optimismo, las personas que piensan positivamente te ayudarán a sobrellevar los malos momentos, busca frecuentar personas alegres que te hagan reír y ver las cosas buenas de la vida, y déjate contagiar. No es necesario que te alejes del todo de las personas que identificas como negativas, pero procura no frecuentarlos mucho, pasa más tiempo con personas que te hagan sentir aceptada y valiosa.

Para adquirir el hábito de pensar de forma más positiva puedes reflexionar sobre aquello que te sale mal, escríbelo en un papel y resuelve el por qué pasan estas cosas, ¿cómo incide mi comportamiento para que estas cosas pasen? Si tienes un diario o una libreta escribe los sentimientos que te invaden, desahogarse es uno de los mejores métodos que existe para descargar las tensiones.

Planea tus metas
Cuando despiertes es bueno que escribas cuáles serán los objetivos de tu día, aquello que sueñas y con esfuerzo de seguro conseguirás, todo esto para que te sientas motivada a pesar de las adversidades, y no te des por vencida.

Eleva tu autoestima
Después de un mal día es muy común que te sientas mal por dentro y por fuera, llama a alguien que mejore tu animo, ponte tu ropa favorita, o sal a cenar a un lugar que te haga sentir en armonía; toma un café, o un vino, o quédate en casa y prepara un rico chocolate con tu familia, si tienes tiempo asiste a un salón de belleza, arréglate las uñas, el cabello, maquíllate y visualízate como la mujer bella que vas a llegar a ser si dejas las preocupaciones atrás.

Haz lo que más te gusta
Si te gusta la pintura, la música, la cocina, la jardinería, bailar, en fin, lo que sea, hazlo, te sentirás mucho más animada, competente y capaz; expulsarás las malas energías que llevas encima y lograrás tener una mayor tranquilidad.

Aunque no sientas nada cuando estás sonriendo tu cerebro lo entiende como una señal positiva y libera una sustancia llamada beta-endorfina, la cual genera sensaciones de placer y ayuda a recuperar el organismo.

Dedica unos minutos a la relajación del cuerpo
Relajarse no sólo se trata de acostarse en la cama y ver televisión, existen métodos de relajación naturales que consisten en procesos mentales activos que dejan el cuerpo relajado, centrado y calmado.

Algunas técnicas de relajación se llevan a cabo por medio de la meditación, busca un lugar donde puedas estirarte, respira profundamente desde el abdomen y toma todo el aire que puedas, llévalo a tus pulmones, esta cantidad de oxígeno ayudara a destensionar tu cuerpo y a controlar la ansiedad. Realiza esta actividad por unos cinco minutos o hasta que logres sentir tranquilidad.


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