jueves, 30 de julio de 2015

Descubren una manera de regenerar el corazón tras sufrir un infarto


Los científicos esperan que el descubrimiento de esta proteína sirva para desarrollar una terapia que estimule la recuperación y minimice los daños causados por el ataque cardíacoDescubren una manera de regenerar el corazón tras sufrir un infarto
Cuando una persona sufre un ataque cardíaco, como consecuencia, se reduce la capacidad que tienen los ventrículos del corazón para bombear la sangre en un solo latido.

Esto, a su vez, puede causar la muerte del tejido cardíaco por la falta de oxigenación y disminución del aporte sanguíneo.



Esas zonas muertas por falta de irrigación sanguínea provocan un fallo cardíaco y, aunque se forman otras células en el corazón, estas pierden su función debido a las dificultades del bombeo de la sangre.


Para tratar de mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir el riesgo de otro posible infarto, los médicos tenían como opción hacer un trasplante o llevar a cabo otros procedimientos quirúrgicos agresivos y de alto riesgo.

Sin embargo, una reciente investigación realizada por científicos de la Universidad de Oxford y la University College de Londres encontró que hay una forma de lograr que el corazón logre repararse por sí solo cuando se le brinda la atención adecuada.

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Un grupo de investigadores trabajaron durante algunos años en un nuevo tratamiento que estimula al corazón a sanarse por sí solo tras sufrir un ataque.

Los resultados obtenidos les ha hecho pensar que en un futuro no muy lejano podría ayudar a millones de personas que viven con la angustia de tener fallos del corazón.



Durante el estudio, los científicos descubrieron que el corazón empieza a curarse por sí solo después de sufrir un ataque cardíaco.

A su vez, empieza a crear nuevos vasos linfáticos que son el medio a través del cual se eliminan las células muertas y bacterias para dar lugar al proceso de recuperación del tejido dañado.

No obstante, como este proceso es bastante lento, los científicos iniciaron un trabajo para acelerarlo mediante el uso de una proteína conocida como factor de crecimiento endotelial vascular C (VEGF-C  por sus siglas en inglés), que por ahora parece ser prometedora para futuros medicamentos y tratamientos.


El dato arrojado por la investigación es tan importante que se cree que podría utilizarse para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, enfermedad que se produce después de un infarto al corazón y que hace que se reduzca la capacidad para bombear sangre a todo el cuerpo.

Por desgracia, hasta el momento, la mayoría de los pacientes diagnosticados con este problema del corazón solo logran vivir máximo 5 años más después de sufrir el daño y solo una mínima parte ralentiza o detiene el proceso degenerativo después de someterse a varios tratamientos o cirugías.


Por esto, los investigadores esperan que la VEGF-C pueda servir para desarrollar una terapia que estimule al corazón a acelerar su recuperación antes de que las consecuencias sean trágicas.

Paul Riley, profesor de la Universidad de Oxford, se refirió al tema esperanzado por los hallazgos:

“Hemos demostrado que los pacientes que han sufrido un ataque al corazón, con la estimulación adecuada, pueden experimentar grandes avances gracias a esta proteína que activa y estimula el músculo del corazón para regenerarlo. Al mismo tiempo, podría minimizar los daños causados por el ataque al corazón y mejorar la función de bombeo de la sangre”.

Por ahora, como ocurre con este tipo de investigaciones, se requieren más estudios para corroborar los resultados y recibir el aval para desarrollar el tratamiento.

¿Qué cuidados se deben tener después de un infarto?
Tras sufrir un infarto la vida de las personas cambia por completo, en especial por el riesgo que esto implica de ahí en adelante.

Aunque en la actualidad el tratamiento sigue siendo muy complejo, los pacientes deben apoyarse en buenos hábitos y tratar de sobrellevar el daño.

Es muy importante evitar pensar en un segundo ataque o en la muerte, ya que la ansiedad podría empeorar la salud.
Cualquier persona que sufra de un ataque cardíaco debe dejar sí o sí hábitos como el cigarrillo y el alcohol.
Se debe evitar caer en la obesidad o reducirla si ya se padece.
Hay que adoptar una rutina de ejercicios de bajo impacto, preferiblemente con la supervisión de un entrenador.
Es imprescindible mejorar la dieta y evitar las comidas altas en grasa y colesterol.
En cuanto a la actividad sexual, es conveniente esperar cierto tiempo antes de retomarla ya que, al igual que la actividad física de alto impacto, incrementa la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.

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