YA BÁJAME DE ESA CRUZ

Ya bájame de esa cruz,
yo ya no estoy ahí,
estoy vivo, he resucitado,
yo he vencído a la muerte,
te gusta verme colgado
en ese trozo de madera, pero yo ya descendí de allí
y ascendí con mi Padre.

Ya bájame de esa cruz,
estoy vivo, no estoy muerto,
búscame en tu corazón,
en el fondo de tu alma,
yo no estoy crucificado,
estoy en ese pobre mendigo,
que pide un trozo de pan,
en ese hermano que sufre
enfermo en los hospitales
o recluido en la cárcel,
en los niños sin hogar
y en hogares sin amor.

Ya bájame de esa cruz,
quiero habitar en tu casa,
habitar en tu corazón,
habitar en tu conciencia,
porque han pasado más de dos mil años
y aún no puedes darte cuenta…

¡Que yo ya no estoy en esa cruz!