Hay quienes teniéndolo todo, mendigan por el amor de una persona Hay quienes tienen que mendigar por el amor de sus hijos Hay quienes mendigan, suplican y lloran por el amor de un hombre Nadie debería de mendigar por amor, el amor es precioso y valioso cuando se entrega y recibe libremente.
Cuando hablamos de mendigos, de inmediato pensamos en aquel niño o viejecito de la esquina que siempre espera una moneda para comer algo o dar abrigo a su frío cuerpo. Pero hay otro tipo de mendicidad, la de quienes buscan y ruegan por amor.
¡Demasiadas personas viven mendigando amor, un abrazo o una palabra de cariño!
Mendigas que lo tienen todo:
Viven como príncipes y princesas, tienen todo cuanto materialmente pudieran necesitar, pero carecen de la más mínima pizca de amor y sentimientos.
Son personas que no han sabido amar, no saben regalar o dar. Personas solitarias en un mundo lleno de lujos, pero dentro de ellos son seres vacíos, son unos muertos en vida, no tienen proyectos, porque creyeron que con el dinero se compra todo, mas no es así. Por ello, pese a las apariencias externas, viven una vida triste y solitaria.
Son personas que lo tienen todo pero sienten vergüenza de admitir que aunque tienen todo lo material, viven en la pobreza espiritual y se sienten frágiles como niños… Desearían tener la fuerza para cambiar su vida y encontrar un buen amor, un amigo a quien llamar, un hogar con calor humano, una familia que de paz a su vida, tranquilidad y sobretodo amor, mucho amor.
Mendigas en la familia:
Puede que en muchas ocasiones nos sintiéramos como mendigas por los afectos de alguien, como el caso de la madre que le implora a su hijo poder ver a su a su nieto, mas la mujer de su hijo no la deja ver.
Hay madres que han dado todo por sus hijas y al no ser correspondidas se encuentran mendigando el amor de ellas… ¿No les parece triste? Es triste que una madre tenga que mendigar por el amor de sus hijos, eso es algo que no le debería pasarle a nadie, ninguna mujer se lo merece. Son los hijos los que deben caminar detrás de la madre.
Mendigas por el amor de un hombre:
En el amor y la amistad no se debiera mendigar, nos merecemos amor porque eso es lo que damos diariamente.
No se debe mendigar por el amor del hombre que nos rompe el corazón, nunca se debe caer en eso, pero eso es algo que se hace mucho, demasiado. Aun así, estamos a tiempo de decir basta, en el futuro y en la próxima relación, no mendigaremos amor.
Debemos saber que no se le puede exigir a nadie que nos ame, pero sí podemos esperar que nos amen tal como somos. Si no te lo dan amor no vale la pena seguir adelante con alguien que nunca llenará tu corazón, es mejor dejarlo lo antes posible o acabarás llorando y suplicando amor. No queremos eso, somos mujeres que hemos madurado, ya sabemos hasta donde llegar y como seguir adelante.
- Estamos capacitadas para dar mucho -
Seamos personas capaces de dar amor por donde caminemos, seamos buenos amigas, buenos hijas, buenas madres y esposas, no discrimines a la hora de dar cariño.
Si cada una de nosotras damos amor y paz a los que nos rodean, podemos acabar con el dolor de esas personas que no tienen amor.
Respétate:
Nadie debería mendigar nada, no olvidemos nunca esta frase:
“El amor jamás se debe mendigar,
debe ser entregado libremente,
mereces el amor que llega
sin ruegos ni súplicas”.
Libremente entrega amor:
Seamos personas capaces de brindar a todos amor y amistad, amemos sin distinción, logremos acabar con esa mendicidad; para que podamos construir un mundo mejor y pueda reinar por fin la paz en cada rincón de nuestro mundo.
-Hagamos la diferencia, nosotras las mujeres-
Acabemos con ese mundo de mendicidad de amor, de amistad…
Tenemos tanto amor para quien se lo merece, que a nadie le debería faltar una palabra nuestra. Somos mujeres capaces de amar sin limites, sin fronteras. Sólo amor.
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