domingo, 23 de marzo de 2014

LAS CLAVES SOBRE EL CONSUMO DE LA FIBRA ALIMENTARIA.


La fibra alimentaria engloba a todas las sustancias que forman parte de los vegetales y que nuestro aparato digestivo no es capaz de digerir, ni por tanto absorber. Esto se debe a que nuestro estómago no contiene las herramientas (enzimas) necesarias para hidrolizarla en sustancias asimilables. En el intestino, la flora bacteriana la fermenta parcialmente.

No es un nutriente, pero realiza funciones importantes en nuestro organismo que describiremos en este artículo.

TIPOS DE FIBRA

Según el criterio que sigamos, existen diferentes tipos de fibra dependiendo del origen, composición, etc., pero a nivel nutricional, distinguimos la fibra soluble y la insoluble.

La fibra insoluble absorbe muy poca agua y es muy resistente a la fermentación en el intestino. Su principal función es limpiar el tracto digestivo, aumentar el volumen de las heces y disminuir su consistencia, además de acelerar el paso de los alimentos a través del estómago y los intestinos. Por todo ello, si se toma fibra insoluble habitualmente, combatiremos el estreñimiento. Este tipo de fibra se encuentra en el salvado de trigo (el alimento más rico en fibra), las verduras y los granos de cereales integrales.

La fibra soluble está formada por compuestos que absorben mucha agua y formar geles que enlentecen el tránsito intestinal. Es muy fermentable, por lo que aumenta la cantidad de flora bacteriana y aumentará también el volumen de las heces. También es capaz de hacer que la absorción de azúcares y grasas de los alimentos se vea disminuida, siendo útil en la regulación de los niveles de glucosa y colesterol. Esta fibra predomina en legumbres, cereales (avena y cebada) y algunas frutas.

El consumo de alimentos ricos en fibra nos ayudará si estamos a dieta, pues además de regular los niveles de colesterol y glucosa como hemos mencionado, tiene un efecto saciante. Esto es debido a que en un mayor volumen aportan muchas menos calorías, requieren mayor masticación y se hinchan al absorber agua, lo que nos provoca la sensación de estar llenos mucho antes.

FIBRA EN LA DIETA

El consumo de frutas frescas, verduras, legumbres y cereales o derivados nos aporta la cantidad de fibra recomendada.

Si no tomamos habitualmente estos alimentos y decidimos empezar a incluirlos, deberemos hacerlo de forma gradual y tomar más líquido de lo normal para evitar los efectos indeseados que produce un aumento repentino del consumo habitual de fibra como es la flatulencia y el meteorismo.



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