miércoles, 14 de octubre de 2015

Mitos sobre la copa menstrual


¿La verdad? Estás cansada de las toallitas femeninas -y, ¡ni que hablar de los tampones!-. Y es que, para empezar, te resultan un verdadero atentado contra la higiene. Para colmo, han irritado tu zona íntima en más de una ocasión. Pues, ¡basta de quejas! La copa menstrual puede ayudarte a ponerle un punto final a todos tus problemas. ¡Todas estas falsedades que se han fabricado en torno a ellas no son ciertas!

¿Qué es la copa menstrual?
Lo primero es lo primero: ¿en qué consiste este método? La copa menstrual es un recipiente que, de forma análoga al tampón, se inserta en la vagina a fin de retener el flujo menstrual. Hoy en día, pueden encontrarse varios tipos de copas en el mercado; los más conocidos son el de goma y el de silicona. Estas son reutilizables y, con el mantenimiento adecuado, pueden llegar a tener una vida útil de hasta 10 años.



¡Muy bien! Ahora que conocemos de qué se trata la copa menstrual, podemos adentrarnos en los principales mitos que se han fabricado en torno a ella...

#1 Puede “perderse” dentro de mi cuerpo
¡Patrañas! Lo cierto es que es muy difícil que se “pierda” dentro de tu anatomía, por la sencilla razón de que el cuello uterino o cérvix (que es de por sí muy estrecho) “desciende” durante el período. Esto facilita que la copa menstrual pueda colectar directamente el flujo. Además, debes tener en cuenta que la copa se inserta en la primera parte de tu vagina, por lo que nunca perderás de vista su extremo y siempre tendrás la posibilidad de sujetarla con facilidad.

#2 Es difícil de poner
¡Esto tampoco es cierto!, solo tienes que conocer la sencilla técnica. Para introducirla en la vagina, debes doblarla en forma de "c" e introducirla completamente dentro del canal vaginal. Una vez que esté allí, es importante de que utilices tu dedo índice para asegurarte de que la copa esté bien abierta. De este modo, eliminarás los riesgos de derrames. ¡Mira!, este video te será de gran ayuda para comprender bien el proceso de colocación y extracción.

#3 Puede causar alergias
Es muy difícil que esto ocurra, porque el material con el que está hecha es quirúrgico. Además, como ya vimos, tienes más de una opción. Esto supone que si, por ejemplo, eres alérgica al látex, puedes optar por las de silicón.

#4 Es poco higiénica
¡Para nada!, solo debes sabes cómo limpiarlas: vacía su contenido en el excusado e higienízalas con agua o una toallita para higiene íntima. Debes tener presente que el color de la copa cambie con el uso, debido al hierro del flujo menstrual. Para devolverle su aspecto original, entonces, lo único que debes hacer es lavarla con un cepillito y jabón neutro, y después dejarla al sol. ¡El agua oxigenada también es efectiva!

#5 No capta todo el flujo
Existen diversos tamaños de copas, que van desde copas para adolescentes, hasta para mujeres que ya tuvieron hijos o tienen un flujo abundante. La recomendación es cambiarla en un periodo de 10 a 12 horas, y como ya dijimos, vaciar su contenido en el excusado, enjuagar bajo el chorro de agua e insertar de nuevo.

¡Borra todos estos mitos de tu mente!, y dale una opción a este nuevo método. En definitiva, este también constituye una forma práctica de retener el flujo menstrual y, ¡es más ecológico que los tampones o las toallitas!

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