No debo amarte, no puedo,
mas habitas muy dentro mío
y aunque no quiera reconocerlo
estás en cada latido, en los suspiros
que profeso cuando te miro
Emociones que dilatan la agonía
del silencio, de expresar para
uno mismo tanto amor, tanta
incandescencia emanada de
de dos almas que rozan el delirio
con solo una mirada
No podemos, no debemos
somos aves que volamos en
sentidos opuestos,
yo te abrazo, tú me besas
en lo absurdo de encontrarnos lejos
Hoy te miro, nos miramos
ambos sabemos que dura poco tiempo,
que el reloj tirano consume
minutos como si fueran segundos
y que la vida se va en hipótesis
inconclusas mientras
hacemos añicos nuestros sueños.
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