Destella en mi memoria la fotografía
que quedó guardada en mi retina
llevándome a la cima de la locura
la promesa de un amor perpetuo
el último beso…
el sabor de mis lágrimas
humedeciendo mis labios
Iracundo golpeo mis sienes
acariciando el llanto
que produce tu recuerdo
hostigando mi razón
por no seguir tú senda
maldiciendo mi inocencia
ilusionado, que de mi lado
no te irías…
Recostado bajo el naranjo
lugar donde cobijamos
nuestro amor espontáneo
contemplo sus azahares
perfumados con aroma silvestre
fragancia de tu piel ardiente
que hipnotiza mis sentidos
reviviendo tu presencia
embeleso del ayer...
Agobiado por los momentos vividos
abatido por mis pensamientos
del desamor que quedó en mi alma
camino observando el pasado
reprochándome al no escuchar tu silencio
por no entender tu mirada
ni el frío del ultimo beso
cuando me dijiste adiós
sin mirarme a los ojos.
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